En Japón los cuidados de belleza son pequeños rituales. Fusionando Oriente con Occidente, la cosmética actual recupera tradiciones milenarias procedentes del “Imperio del sol naciente”. Y, aún habiendo innovadoras fórmulas y excelsos avances de tecnología estética, muchas mujeres siguen fieles a los secretos de belleza natural que durante siglos les han permitido lucir esa deseada piel de porcelana.
La lista de ingredientes naturales característicos de la cosmética Zen es numerosa. Desde el té y las algas, hasta la baba de caracol y el extracto de perla. El aceite de camelia es un potente antioxidante capaz de mantener la juventud y frescura de las pieles secas y sensibles. Gracias a su riqueza en proteínas y vitaminas vegetales contribuye a recobrar el equilibrio y esplendor dérmico. Actúa como restaurador, y con su uso se mejora la flexibilidad de la piel.
Desde siempre el pueblo japonés ha creído que el consumo de algas prolonga la vida. Las verduras del mar son ricas en vitaminas, proteínas, aminoácidos, enzimas, oligoelementos y minerales. Actúan como nutrientes, rejuvenecedores, revitalizantes, desintoxicantes, reafirmantes y oxigenantes de la piel. Por si fuera poco, la iluminan aportando ese brillo natural característico de las pieles más jóvenes. A nivel interno son estimulantes del metabolismo, ayudan a eliminar líquidos y mejoran la circulación sanguínea. Son un buen complemento nutricional que puedes encontrar en herbolarios o tiendas de alimentación natural.
Prueba a hacerte una mascarilla de aguacate y aceite de camelia. Aportará tersura, suavidad y nutrición a tu piel. Vierte en un recipiente una cucharada sopera de aguacate, añade una cucharada de aceite de germen de trigo y veinte gotas de aceite de camelia.
El bambú ayuda a estimular la síntesis del colágeno, favorece el intercambio celular y regenera los tejidos. Además, tiene también efecto remineralizante por su alto contenido en silicio y magnesio. La caña de bambú micronizada es uno de los exfoliantes más utilizados en cosmética natural, debido a que permite exfoliar la piel sin agredirla. Su fragancia combate la tristeza y aporta energía y bienestar.
Puedes disfrutar de un baño energizante si añades al agua de tu bañera veinte gotas de aceite de bambú. Todo tu cuerpo quedará suave, nutrido y con un precioso brillo aterciopelado.
El arroz contiene vitamina E que neutraliza eficazmente los radicales libres responsables del proceso de envejecimiento. Se utiliza para cuidar la piel y los cabellos ásperos y faltos de brillo.
Licúa un melocotón y mezcla su zumo con harina de arroz. Obtendrás una mascarilla con la que tu piel quedará suave y tersa, como la mismísima piel de esta sabrosa fruta.
La flor de loto es el emblema asiático por excelencia. Como cosmético sacia la sed de la piel hidratándola en profundidad. También tiene propiedades astringentes.
Maripi Gadet
Especialista en Cosmética Natural y alimentación BIO.
Autora de varios libros y creadora del programa EcoEducativo AulaBio.
