En este último tiempo, hemos aprendido a valorar cada minuto compartido con nuestros seres queridos, cada bocanada de aire puro, las caminatas entre árboles, un paseo en bici por el bosque. El contacto con la naturaleza es lo que nos ha “salvado” entre tanto encierro y mascarilla.
Pedro Francisco Sánchez, portavoz de la plataforma ciudadana Bosque Urbano Málaga (BUM), nos cuenta sobre la importancia de tener un bosque urbano, en una ciudad que actualmente no alcanza los 8 m2 de zona verde urbana útil por habitante, frente a los 15 m2 recomendados por la UE.
El predio anteriormente ocupado por la empresa Repsol, junto a los barrios Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero, ha sido solicitado por los vecinos, a través de la mencionada plataforma (que cuenta con casi 6 años de existencia), para la creación del bosque urbano.
Éste predio significaría para los vecinos un espacio vivo, un pulmón purificador del aire y una importante herramienta natural para bajar las altas temperaturas de verano de toda la zona circundante.
“Conseguir esto sería una reivindicación histórica para los vecinos que fueron quienes, hace ya varios años, consiguieron con su pedido que la empresa desmantele los tanques de combustible por el peligro que significaba para sus viviendas.
Además, son distritos muy castigados por la alta masificación de viviendas en poca superficie, producto de la construcción sin planificar que se produjo en los años 60/70, por la gran migración de habitantes de los pueblos hacia la ciudad.”
En los alrededores de este predio, no hay sitios verdes de ocio y los niños juegan en pequeños espacios con suelo de concreto, al pie del portal del edificio donde viven.
Tener un gran bosque inmerso dentro de la ciudad, aporta muchos beneficios, no sólo una buena calidad de aire para respirar.
Muchos son los estudios en los cuales se miden y cuantifican los beneficios que los bosques urbanos proporcionan y entre ellos está uno de los más importantes, y es que provocan la reducción de la temperatura en sus alrededores ¡de hasta 5ºC!
También disminuyen los contaminantes, reducen la erosión del suelo, la polución y la contaminación acústica, aumentan la biodiversidad, la conciencia ecológica en la población y mejoran la salud mental y física.
El nuevo bosque, además de todas las ventajas funcionales mencionadas, sería un gran espacio vivo de encuentro, de disfrute al aire libre, en el que poder pasear, hacer ejercicio, montar mercadillos, eventos musicales, y toda actividad que surja y que esté en concordancia con el lugar.
Tomar medidas acertadas de adaptación y cambiar la forma en que se toman las decisiones es fundamental para pensar en ciudades amigables, adaptadas y resilentes, donde vivir no sea una pesadilla.
Este “pulmón urbano” es necesario para el mundo entero.
Más información en www.bosqueurbanomalaga.org
