Para adentrarte en el arte de la aromaterapia, lo primero que tienes que hacer, es disponer de herramientas necesarias. ¿Sabes cuáles son?
Hace un par de meses, en esta misma revista, mencioné las 3 herramientas principales: aceites esenciales, aceites vegetales, e hidrolatos.
A esta lista, habría que añadir: tiras olfativas (en francés: mouillette), material básico de laboratorio (frascos de cristal oscuro con dosificadores y goteros, frascos medidores de mililitros, báscula de precisión, pipetas, etiquetas…), ceras vegetales, mantecas, alcohol, arcillas…
No necesitas tenerlo todo el primer día: irás equipando tu “laboratorio aromático” con el tiempo.
Desde luego lo fundamental son los aceites esenciales que formarán tu aromateca personal. Ojalá tengas un alambique y los destiles por tu cuenta, pero si no es el caso, tendrás que comprar este preciado líquido, y para ello: necesitarás confiar en tu criterio a la hora de elegir donde…
Para un aromaterapeuta la calidad de los aceites esenciales es de máxima importancia. Y esa calidad depende de muchos factores. El simple hecho de que estemos hablando de productos orgánicos vivos hace que sea muy complejo para los productores hablar de “garantías”, ya que cada cosecha y cada destilación dará un producto diferente.
Para empezar, te recomiendo a que dediques un tiempo para conocer bien y establecer confianza con tu/s proveedor/es. Créeme, será un tiempo bien invertido. Personalmente me gusta trabajar con los aceites esenciales de pequeños productores con destilerías artesanales, que ponen mucho amor en todo el proceso: desde conocer la planta, cuidarla, recolectarla, hasta la propia destilación y envasado.
La calidad de un aceite esencial depende sobretodo de la propia materia vegetal y del proceso de la destilación. La materia vegetal debeprovenir de plantas sanas, botánicamente definidas, idealmente salvajes o de “cultivo bio” para que además de una gran concentración de moléculas beneficiosas no haya otras tantas muy nocivas como los pesticidas. Deben ser recolectadas en la época del año y el momento evolutivo de la planta idóneos, y, almacenadas adecuadamente hasta el momento de la destilación. Extraer la esencia de los vegetales requiere un conocimiento muy específico y conseguir que el resultado sea lo más fiel a la esencia original es todo un arte.
Por eso repito: dedicar un tiempo a encontrar tu proveedor de confianza, será una excelente inversión por tu parte.
A la hora de comprar el aceite esencial ten en cuenta varios factores:
– el aceite esencial debe de ser 100% puro, natural y completo: significa que debe ser producto resultante de una adecuada destilación, y que no ha sido adulterado.
– es fundamental que conozcas el nombre botánico (en latín) de la planta además de su nombre popular: evitarás muchas confusiones.
– en la etiqueta debe de figurar también su procedencia (desconfía si alguien te vende un incienso “Boswellia sacra” de España), el “órgano productor” del que se ha extraído el aceite esencial ya que en algunos casos se pueden destilar hojas, raíces, flores y frutos de una misma planta, y cada uno de los aceites obtenidos tendrá características y propiedades diferentes, quimiotipo (solo si procede), tipo de cultivo (biológico, convencional, u origen silvestre), el número de lote, y la fecha de caducidad.
– el precio de los aceites esenciales varía mucho dependiendo qué planta se haya destilado: tiene que ver con el rendimiento de cada planta (desconfía sí alguien te ofrece todos los aceites al mismo precio, o un aceite de Rosa damascena demasiado barato…).
– aunque no es una obligación, pero si un punto a favor de la marca cuando esta te facilita la ficha técnica completa de cada aceite esencial/lote si lo solicitas; en esa ficha, además del nombre popular y botánico, el órgano productor y lugar de procedencia, aparece información muy valiosa: la fecha de destilación y la fecha de caducidad, y las características físicas del aceite esencial (olor, color, densidad, poder rotatorio…etc).
No te dejes engatusar por las descripciones tipo “grado terapéutico” (todo buen aceite es terapéutico) o “aceite quimiotipado”: es puro marketing; no todas las plantas producen quimiotipos, por lo que no tiene fundamento mal-utilizar esta palabra para decir que tus aceites están analizados….
Tienes que saber que desgraciadamente en el mercado actual hay muchos aceites adulterados y manipulados. Por lo que vuelvo a insistir: dedicar un tiempo a elegir bien, será un tiempo bien invertido.
Un consejo: no tengas vergüenza de acudir a tu colega o profesor/a o con más experiencia: ¡la experiencia es el mejor maestro!
Y, por último: confía en tu nariz. Trabaja tu sensibilidad olfativa y con el tiempo desarrollaras la capacidad de evaluar con solo oler un aceite su calidad. ¡Es todo un arte – disfrútalo!
MAGDALENA SZASZKIEWICZ
Naturópata y Aromatóloga
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Feliz de contestar a tus preguntas si las tuvieses.
Escríbeme: aromaterapiaevolutiva@gmail.com
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“Viaje aromático a la sanación”
Referencias:
Recommandations relatives aux critères de qualité des huiles essentielles ANSM / antes AFSSAP (www.ansm.sante.fr/)
Acerca de la calidad de los aceites esenciales – artículo del Blog Aromaterapia Familiar de Antonia Jover (www.aromaterapiafamiliar.wordpress.com/2018/01/16/)
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