Cierta vez, tres personas ciegas fueron a un zoológico a conocer a un elefante. Cada una de ellas lo conoció a través del sentido del tacto en una zona específica del animal. Cuando volvieron a sus hogares y relataron la experiencia, uno detalló que el elefante era su trompa; otro que era su cola y, el tercero, que eran sus patas. Pues lo cierto es que el elefante era todo eso y más también, sólo que cada uno describió lo que logró conocer del animal.
Es en los Registros Akáshicos donde se encuentra la información del alma. En la Biblia se lo conoce como el Libro de la Vida o como la “Mente Fotográfica de Dios”. También el judaísmo reconoce su existencia.
En la mitología hindú se habla del Dios Chitragupta, quien recitaba todas las acciones de la vida de quien fallecía, acciones que se hallaban anotadas en un libro denominado Agra-Sandhani.
Todas las religiones y culturas diversas del mundo hacen referencia a los Registros Akáshicos, cada cual desde su perspectiva.
Un poco de historia
A pesar del reconocimiento dado por las distintas culturas y religiones del mundo, fue necesario esperar hasta el siglo XIX para ver un mayor interés en este tema, gracias a la teosofía. Fue entonces cuando la ocultista británica Annie Bésant acuñó el término Akáshico y los registros comenzaron a cobrar la popularidad de la que gozarán a partir del siglo XX.
A partir de dicho siglo, Edgar Cayce, clarividente estadounidense, los dio a conocer con sus lecturas. Finalmente, la estadounidense Mary Parker estableció un sistema de formación y acceso a los registros, conocido ahora en todo el mundo como sistema ARCI (por sus siglas en inglés: Akashic Record Consultant International).
Así, el conocimiento de los Registros Akáshicos se ha ido abriendo paso paulatinamente y ya no es algo reservado a unos pocos. Cada vez hay más personas formadas en técnicas y métodos que ayudan a aprender a leerlos y acceder a ellos.
Los Registros Akáshicos son el portal hacia una fuente infinita de conocimiento.
El Registro Akáshico es donde se encuentra escrito nuestro pasado, el presente y todos los potenciales futuros que podrían eventualmente colapsar en materia.
A lo largo de las vidas de las personas, las mismas acumulan historias que en conjunto a la continuidad del alma a través del tiempo y el espacio, hacen que esta información pueda conservarse en el Akasha.
El ser humano, en el nacimiento, sufre un proceso de amnesia que le permite desenvolverse en su vida cotidiana sin el recuerdo consciente de la historia de su alma. De allí que los Registros Akáshicos sean uno de los medios idóneos para brindar la información que debe recordar el individuo, una vez que se encuentra preparado para absorberla y entenderla.
¿En qué nos beneficia esta conexión con la información de los Registros?
Entrar en contacto con la información de los registros trae claridad y contención, ya que la conexión, tal como veremos más adelante, es información adecuada y amorosa para nuestro estado de evolución.
Asimismo, se puede acceder a todo lo que hemos elegido antes de encarnar, ya que esta información se encuentra alojada en los Registros Akáshicos. Y esto se logra sin pasar por una terapia de vidas pasadas, por ejemplo.
Todo lo que se quiera conocer a través de la información de los registros llevará al auto-conocimiento, y por ello es tan valioso lo que allí encontremos, una experiencia que desembocará en la auto-sanación y el desarrollo personal.
Florencia Aliotti
Terapeuta Holística
Correo: floraliotti@gmail.com
